LA IMPORTANCIA DE LA GALLINA
Porque las aportaciones de la gallina no pueden pasar desapercibidas
Le compartiremos una extracción de un buen artículo que leí hace mucho tiempo y que me parece muy interesante compartirlo con todos ustedes.
Por: Dr. Donald P. Hollis, PHD
Desde hace mucho se piensa que una buena gallina reproductora vale oro puro, se considera, frecuentemente, como un ” cuento de mágico” o quizá mejor como ” cuento de galleros “.
Cualquiera que piense así se preguntaría: ya que la madre y el padre contribuyen igualmente a la herencia del hijo;
¿Cómo puede uno de ellos ser más importante que el otro?
Sin embargo, quien quiera que haya tratado seriamente de producir gallos superiores de pelea, a través de la crianza selectiva, comenzará finalmente a sospechar que existe algo especial en una buena gallina reproductora. Parece ser que ciertas gallinas producen pollos superiores, si se aparean con un macho razonablemente bueno.
El propósito de este artículo es presentar evidencia científica para apoyar la teoría que, en la herencia de los hijos,” La gallina es más poderosa que el gallo” .
¿Qué cualidades tratamos de producir?
La crianza de gallos de pelea es un caso típico de una crianza que busca solamente las cualidades del macho. Realmente no nos importa cómo resulta la gallina, con excepción a que debiera transmitir ciertas cualidades a sus hijos machos.
En su excelente monografía, Harry Parr (Breeding the Gamecock, Publicada, privadamente, en 1992) ha enlistado las cualidades que buscamos, tratando de producir lo que él llama “el atleta perfecto” . Tales cualidades son: Velocidad, Poder, Estamina, Finura, Habilidad para cortar, Buena visión, Conformación apropiada y buen plumaje. Estas cualidades, bajo ningún punto, son independientes la una de la otra.
Por ejemplo, un gallo muy lento puede que nunca logre tener el ” chance” de mostrar su extraordinario poder y un gallo con visión defectuosa no es probable que corte tan bien como el que ve mejor. Con esto en mente, me gustaría enfocar el tema en las cualidades de la velocidad, poder y estamina como cualidades muy probablemente afectadas por la gallina reproductora, más bien que por el gallo reproductor.
Estas tres cualidades están estrechamente conectadas con el ” performance” (desempeño) de los nervios y músculos del gallo. Me concentraré en los músculos haciendo hincapie que algunos de los argumentos pueden aplicarse también a los nervios.En el caso de la gallina, tanto los machos como las hembras heredan de la madre el DNA mitocondrial, pero solamente sus hijas pueden pasarlo a sus descendientes.
El DNA mitocondrial de un gallo de pelea viene solamente de su madre y solamente las hijas lo pueden pasar. Cualquier característica heredada de músculos que dependan de cualidades heredadas a través de las mitocondrias dependerá solamente, pues, de la gallina.Los machos son irrelevantes a la herencia mitocondrial. Sugiero, pues, que este hecho explica la dominación de la gallina en la producción deseada de las cualidades de velocidad, poder y estamina del gallo de lidia. Una buena gallina tiene buenas mitocondrias, las cuales transmite a sus hijos e hijas. Un buen gallo tiene también buenas mitocondrias, pero el gallo no puede transmitirlas a sus hijos ni a sus hijas.
Las razones bioquímicas en el sentido de que solamente la gallina transmite herencia mitocondrial son un poco complejas.Una explicación simplificada es que los cromosomas que cuentan para la mayoría de características heredadas, se localizan en el núcleo de la célula, mientras que las mitocondrias se encuentran fuera del núcleo, en el citoplasma de la célula.
El óvulo de la gallina tiene núcleo y citoplasma. El espermatozoide tiene cabeza, núcleo y cola y carece de citoplasma. Cuando el óvulo de la gallina es fertilizado por el espermatozoide del gallo, solamente el núcleo del espermatozoide penetra primero en el citoplasma del óvulo y después se fusiona con el núcleo femenino.
La nueva célula fertilizada tiene núcleo fusionado y cytoplasma, siendo este último, el cytoplasma original del óvulo. El citoplasma, pues, es contribuido enteramente por la gallina. En otras palabras, en el proceso de fertilización, cuando el núcleo del espermatozoide y el núcleo del óvulo se fusionan, se forma una célula nueva llamada cigoto, el cual mediante un proceso de sucesivas divisiones celulares, va a dar lugar al nuevo individuo. Una célula se divide en dos; éstas dan lugar a cuatro, y así sucesivamente.
En las primeras fases, la células recién producidas adquieren distintas características formas y funciones; las células del mismo tipo permanecen juntas para formar tejidos, y los distintos tejidos se asocian entre sí para formar órganos, hasta que, llegado el momento, aparece el individuo integrado por millones de millones de células similares a las de los padres por quienes fue concebido.
¿Qué podemos concluir de la monografía de Harry Parr?
La idea que la gallina reproductora contribuye, más que el gallo, en la herencia del pollito, se muestra claramente a través de la herencia mitocondrial. Propongo pues que dado que las mitocondrias son elementos cruciales en el metabolismo celular, incluyendo el metabolismo de la energía del músculo, el “performance” (desempeño) dominante de la gallina en la crianza de gallos de pelea está documentada por la herencia mitocondrial.
Por Dr. Donald P. Hollis, PHD.
Profesor de Bioquímica, Universidad de Michigan
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