domingo, 12 de marzo de 2017

Posted by GallosAJR On 5:14:00 p.m.
EL C-11
Por Ruben Elías Rodriguez
Hablar de los gallos de Puerto Rico siempre ha sido un tema sensible para muchos criadores o galleros de la Isla. Algunos ven con agrado los artículos que se escriben sobre sus gallos, y otros no. Estos últimos prefieren que el origen de sus gallos sea un misterio porque obtienen diversos dividendos al crearse distintas leyendas sobre el origen secreto de los cruces que tienen sus ejemplares. Pero en Puerto Rico es un secreto a voces porque ahí nada se guarda para la eternidad. Siempre alguien sabe algo que los demás no conocen, y al final todo se descubre.
En esta oportunidad quiero hablar del origen del famoso gallo C-11 y de cuatro respetables criadores que tienen mucho que ver con este gallo. Por supuesto, el primero de ellos debe ser el criador del gallo, el ingeniero agrónomo Edgar Cardona. A él se debe reconocer el origen del gallo. Este gallo, según los entendidos, es hijo de la gallina #1184 de Josean Llavona. Se trata de una hija del Yunin en la gallina Confisca de Pito Fonseca. Sobre la confisca sólo sabemos que se relaciona con los animales de Luciano Claudio. Pero nada más se sabe sobre el origen de esta gallina. El nombre del gallo C11 deriva de la placa del gallo. Al parecer su criador usa letras antes del número, y prueba de ello es el gallo Pacquiao G-632.
El padre del C-11 es un gallo conocido como el Quemao (A-205). Este gallo es hijo del gallo #108 de Ruben Rosado, mejor conocido como el gallo Cenizo Ciego de Edgar Cardona, el cual desciende del gallo Cenizo que Berto Meléndez obtuvo a través de Don Toño Orama. Recordemos que entre Orama y Ruben Rosado hubo una sociedad respecto a los gallos de pelea.
La madre del gallo Cenizo Ciego de Edgar Cardona es la gallina #2041 del Dr. Silva, mientras que la madre del Quemao es la gallina #33 de los rompehuesos. Según Jose Aníbal Santiago, el origen de la gallina #33 de los rompehuesos es así: Se usa el gallo “Piqui Rajao” hijo del #2197 Capitán. A este gallo “Piqui Rajao” se le pone una hija del Babyface, y de ahí sale la gallina #33 de los rompehuesos.
 Sobre este gallo Cenizo Ciego, el amigo Jose Aníbal Santiago me contó que, después de su pelea en Isla Verde donde el gallo queda ciego en combate, el señor Berto Meléndez sugiere que el gallo se lleve a la casa de Diego González Delíz, puesto que Diego tenía conocimiento sobre el método de inseminación artificial que podía emplearse para la reproducción de un gallo ciego. A Diego no le interesó el gallo y nunca lo fue a buscar.
 Por eso hubo que buscar a otra persona que conociera la técnica de la inseminación artificial, pues en realidad se trataba de un gallo que valía la pena castar de él, y es así como llega a las manos del Ingeniero Edgar Cardona, mejor conocido como Edgar Tatito Cardona. Cabe destacar, que este gallo Cenizo Ciego de Edgar Cardona, es medio hermano de otro gran reproductor de Puerto Rico. Su nombre: El Millonario.
 Con estos ejemplares se obtiene el C-11 que Edgar Cardona obsequió a Luisito Berrios. Según la información que tiene Carlos Villalobos, el gallo habría nacido el 9 de agosto de 2001. Pero es Luisito Berrios quien decide el destino del gallo como reproductor a pesar de no haber pisado nunca la alfombra verde.
Gracias a la decisión de Luisito Berrios se conoce la historia del C-11 como un gallo reproductor en Puerto Rico. De este gallo surgieron varios animales importantes en las manos de Luisito Berrios. Uno de ello es el gallo #3559, que según Luisito es uno de los mejores gallos que ha podido castar en su vida. Este gallo #3559 es hijo de la gallina #11279 de Cesar Cordero.
Otro ejemplar hijo del C-11 que Luisito tiene en gran concepto, es el gallo #3264 de Carlos Villalobos, que es hijo de la gallina #12331 de Betancourt. Este último cruce resultaba especial porque el Dr. Carlos Hernández tenía como reproductor un gallo de Carlos Villalobos que tenía el mismo cruce. De modo que resulta interesante destacar el origen de la gallina #12331 de Betancourt. Se trata de una hija del gallo #8626 conocido como El Broco, que es hermano completo de la gallina #8622 de Betancourt, que a su vez es la madre del gallo #12774 (6).
Debe destacarse también que el gallo #3264 de Carlos Villalobos es el padre del gallo de Luisito Berrios conocido como El Noble, que se destinó a la reproducción dando grandes satisfacciones a Luisito Berrios. De hecho, algunos de sus descendientes se encuentran en nuestro país.
También la gallina #3206 se debe resaltar, porque esta gallina es hija del C11 en la gallina #2860, que es la misma madre de la mancha, una gallina especial de Luisito Berrios. Mientras que la gallina #3206 es la madre del gallo El Diamante que Luisito Berrios obsequió a Israel Morales.
Según Luisito Berrios el C-11 llegó al criadero de Alberto Betancourt aproximadamente en el año 2003, y es aquí en Trujillo Alto donde se utiliza el gallo durante varios meses en calidad de préstamo. De esta época surgen varias descendientes importantes. Una de estas, es la gallina #14669 de Betancourt, que más tarde llegaría a las manos de Don Rafael Perello. La otra descendiente del gallo C11 es la gallina #14558 de Betancourt, que es la madre de la gallina #16808 de Steven Sánchez.
Estas gallinas de verdad que son bien importantes en la genética de algunos criadores reconocidos, ya que este número aparece en muchos gallos importantes de la actualidad. Así, por ejemplo, la gallina #14669 es la madre del gallo 750 de Betancourt, el último hijo del #12774 (6).
Mientras que la gallina #16808 es la madre del Nene, otro reproductor que se encuentra en República Dominicana en la casa del señor Martin Peralta y quien cataloga a su gallo reproductor como el campeón de los campeones. Esta gallina #16808 también es la abuela del gallo reproductor de Diego González Delíz que se conoce como el antídoto, uno de los descendientes de su gallo Ojo de Vidrio. De modo que a través de la gallina #16808 se encuentra presente en todos esos gallos la genética del C11.
Una de las anécdotas que recuerda el propio Luisito Berrios sobre el gallo C-11, es la que refiere a una llamada telefónica de Papo Añasco, donde este último le cuenta a Luisito Berrios sobre dos gallos castados por Betancourt que había visto combatir en el Club de Arecibo, y donde le dijo:
 “Luisito, pelearon 2 pollos de un gallo tuyo en el Club de Arecibo. El primero peleo muy bien, pero el segundo hizo una pelea espectacular”.
Desde entonces el gallo cogió fama, y volvió al criadero de Betancourt para castar del gallo nuevamente. O sea, que el gallo estuvo donde Betancourt en dos oportunidades. La primera, cuando todavía no era famoso y, la segunda, cuando sus hijos ya habían hecho el prestigio de su padre.
Lamentablemente, Luisito Berrios tuvo que enfrentar un proceso de divorcio que lo obligó a vender varias propiedades, entre ellas las instalaciones donde tenía sus animales, y eso lo llevó a vender el gallo C-11 y a tener que retirarse temporalmente de los gallos.
Es así como en el gallo C-11 llegó en el 2005 a las manos de su amigo Carlos Villalobos por apenas quinientos pesos (500$), más el compromiso de estar disponible cuando él lo necesitara. Desde entonces, el segundo propietario del C-11 decide continuar y conservar esa genética.
Los primeros hijos del C11 en manos de Carlos Villalobos nacieron en 7 de abril de 2005, mientras que los últimos nacieron el 16 de agosto de 2010. Ese mismo año y mes murió el gallo. Entre el 7 de abril de 2005 al 16 de agosto de 2010 nadie más utilizó de ese gallo.
Un cruce especial de Carlos Villalobos se hizo con la gallina #2652 de Papo González. Esta gallina es hija del Mujeriego de Chuito Vela en la gallina #0138 Tercer Mundo de Papo Monzón. De este cruce sale un reproductor bien importante de Carlos Villalobos. Nos referimos al gallo #2358 de Carlos Villalobos.
Varios descendientes de este gallo han llegado a Venezuela, específicamente a la casa de mi amigo Guillermo Franco en el estado Falcón. Recientemente haciendo un balance de los gallos que se han importado a nuestro país, los hijos del #2358 de Carlos Villalobos destacan como reproductor.
Se trata del gallo #5276 de Carlos Villalobos. Este gallo es hermano del gallo #5267 que yo escogí de un lote que importó Guillermo Franco desde Puerto Rico, pero que no puede aprovechar por razones ajenas a mí voluntad. Pero recuerdo que se trataba de un gallo marañón cresta rosa, que me agradaba mucho, y que topaba espectacular.
Cabe destacar que la gallina #2652 de Papo González que se cruzó con el gallo C11 para sacar el gallo #2358 de Carlos Villalobos, es la hermana completa del gallo #2550, considerado el mejor hijo del Mujeriego. Este gallo #2550 es el padre del gallo #248 de Chuito Vela.
Otro gallo que no puedo dejar de mencionar es el gallo #5257 de Carlos Villalobos, que es propiedad de Guillermo Franco, aquí en Venezuela. Este gallo también es hijo del gallo #2358 de Carlos Villalobos (C11+2652) y según Guillermo se ha ganado un sitial de honor en su criadero.
En efecto, los hijos del gallo #5257 han hecho peleas deslumbrantes, y si de cría se trata, tenemos que resaltar el gallo #4230 castado de Guillermo Franco que se llevó al Campeonato de Barquisimeto (2016). Este gallo fue considerado por muchos aficionados y espectadores como uno de los gallos más guapos del evento, al tener que soportar el castigo de un gallo del reconocido criador venezolano Bernardo Bravo, desde el segundo 26 que cayó al suelo en los primeros barajos y hasta el final del tiempo reglamentario de combate.
 Al final la pelea resultó una tabla, y la gente de Perú que asistió al evento decidió comprar ese gallo de Guillermo, porque no habían visto, por su estilo y reglamento, una pelea de gallos donde el reñidor haya aguantado tanto castigo (15 minutos) y salir en la primera picada del reconocimiento.
Recordemos que en Venezuela no se inhabilita a ningún gallo del suelo, y las peleas deben ser a muerte. Se pierde, si el gallo no acciona con el pico en las tres oportunidades del reconocimiento que realiza el Juez de Valla, y mientras lo haga, el combate continúa. Así es nuestro Reglamento.
Tener presente estos cruces resulta bien importante para analizar la genética que ha servido para establecer una línea de gallos. Manejar la información correcta nos sirve para tomar decisiones y hacer un balance de los gallos que tenemos, y la genética que nos conviene utilizar con ellos. Saquen ustedes sus propias conclusiones.
El Consentido

2 comentarios:

  1. Muy interesante en q parte de Venezuela tienes el criadero pa vicitarlo


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  2. En q parte de Venezuela tiene el criadero para ir soy volombiano

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